viernes, 17 de agosto de 2012

Tristes recuerdos


   Asomo la mirada triste llena de ti a esa fábrica de nostalgia que funde en mí tu rostro, tus besos y caricias que ya no son mías, sembrando así melancolía en todos los orificios de este agrietado corazón partido, rompiendo la paz de mi alma empujándome al dolor, a la mirada triste y a las lágrimas que ya no brotan desde el momento en el que teñiste mi cielo azul de un muy oscuro azabache y templaste mi sol.


   Obligado ahora a caminar solo sin tus manos aferradas a las mías con tu nombre en la punta de mi lengua y tu repudio en el fondo de este maldito corazón que se aferra a amarte entonando repetitivamente las caricias ausentes los besos perdidos y aquel amor marchito que se quedó en el olvido pero vuelve solo para rasgar las heridas que me dejaste como regalo de despedida.


   Asomo la mirada triste al recuerdo de tu partida y a las imaginarias lágrimas que derramaste aquel día, a tu mirada penetrante carente de tristeza y a tus carnosos labios murmurando las palabras que no olvido desde aquel día. Asomo la mirada triste al hecho de que ya no te tengo pero cuánto deseo volver a hacerlo ahora que me echaste a un lado borrándome por completo de tu vida ocultando mis huellas con otras y pintando mi cara de otro color negando el amor que todavía siento en mi interior mientras que con cada día que pasa se desvanece más y más el color de las flores, las caricias del viento con este calvario que siento por ti.


   Entorno la mirada triste en el fondo de mi corazón y solo encuentro aflicción por los recuerdos que fluyen en descontrol golpeándome el alma hasta partirla en dos y duele, como duele el sentimiento de perderte que no se marcha siempre está presente torturándome cada minuto que un recuerdo golpea al corazón.


         
                                                                                                                                   W.F.A.G.T.




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