lunes, 28 de julio de 2014

El qué del bien



Qué bien que en mis pupilas siga entrando luz del sol. Qué bien que en mi cerebro se produzcan intercambios de información. Qué bien que te pusiste en medio. Qué bien que con mis dedos note frío y tu calor. Qué bien que por mis nervios corran impulsos que me cuentan que estás en mi habitación, que no te has ido y que te tengo cerca. 

No sería lo mismo imaginarte que poder estudiarte con detalle. Usaré cada segundo que pase para poner a prueba nuestras capacidades corporales. Sólo quedará sin probar un sentido, el del ridículo por sentirnos libres y vivos. 

Y qué genial, qué astuto, qué indecente, qué maravillosamente oportuno el soplo de viento que aún hizo atrevido tu olor con el mío. 

¡Y qué manera de perder las formas, y qué forma de perder las maneras! 
Ya nada importa, el mundo ya se acaba no quedará nada. Disfrutemos de la última cena. 

Que hablen de sandeces y nos digan que sobra el amor...






Izal - "Qué bien"





W.F.A.G.T.

lunes, 14 de julio de 2014

Camino a la tristeza



   Cuando estoy triste escribo. No sé muy bien por qué, pero es un estado donde mi creatividad aumenta considerablemente. Escribo lo que pienso, lo que siento, lo que quiero.

   Escribo como avisos a mi futuro "yo" de que no quiero volver a pasar por ahí, recordarme a mí mismo que un día estuve ahí en el dolor, en la tristeza, con signos negativos que necesito describir porque sé que cuando salga de ellos muy probablemente, no, no muy probablemente, seguro que algún día volveré a ver.

   El dolor es algo muy curioso, es algo que va contra natura. El ser humano ha conseguido armarse de unas emociones innatas positivas y adaptativas tanto a nivel social como a nivel individual. Necesitamos la alegría para relacionarnos y realizarnos, necesitamos el amor para compartir y crecer, necesitamos por ejemplo la sabiduría para protegernos. El dolor no es otra cosa que reprimir y bloquear de manera temporal y algunas veces voluntaria estas emociones innatas y positivas, y ahora se deriva la siguiente pregunta obligada: ¿por qué bloquear y detenernos en la tristeza y en la pena cuando un estado de dolor se prolonga en el tiempo aparece el sufrimiento?

   Y éste hay que evitarlo a toda costa.

   Sufrir es voluntario, sufrir es aferrarse al dolor. Si ahora mismo estás sufriendo debes saber que has detectado el dolor y que voluntariamente has decidido quedarte en él. Entonces si la parte mala del dolor es el sufrimiento, para mí (opinión personal), la parte buena es la tristeza; ahí es donde debemos quedarnos, reflexionar, llorar, pensar, aceptar, llorar, resisitir, avanzar, llorar, estar solos, aunque haya fuera 200 personas. La tristeza propicia el estado de aislamiento necesario para resolver conflictos, para arreglar cosas. La tristeza es una emoción  normal, pero que debe ser actualizada y revisada constantemente.
   Las cosas que me ponen triste van cambiando: etapas que se superan, otras que aparecen y crean incertidumbre, personas que llegan y a la vez, personas que se van. Yo ya no soy el mismo que hace un año, por eso la tristeza debe ser actualizada y revisada como decía y además si lo piensas fríamente a nivel químico no somos los mismos que hace ni tan sólo 3 segundos.

   El peor dolor que hay es el conocido como dolor de corazón o dolor de alma, ese que todos vosotros sabéis y todos vosotros habéis experimentado y si no lo habéis hecho ya os digo que os debe quedar muy poco para hacerlo. Este tipo de dolor viene acompañado de pensamientos negativos que afectan a la autoestima y hacen que nos replanteemos de nuevo cosas que en principio estaban claras, la consecuencia de eso es que se destruye la estabilidad y el equilibrio y el esquema de vida, lo que se traduce en inseguridad y dudas, el gran enemigo del ser humano, y aquí es donde aparecen los grandes miedos. Unos miedos que se repiten a lo largo de la historia, a lo largo de la literatura, a lo largo de los escritos filosóficos y se pueden identificar como que esos grandes miedos son: la soledad, el abandono, los pensamientos negativos, el sentimiento de culpa.
 
   El problema de la tristeza es que culturalmente sea asociado de manera errónea con debilidad sobre todo para los hombres y lo que es peor, expresar tristeza provoca malestar en los demás, ojo al dato, además, hay que cargar con eso. En el punto que me quiero centrar sobre todo, es la relación entre tristeza y pérdida. La tristeza siempre implica pérdida, de una persona, oportunidad, cosa, la salud, del tiempo, es normal estar triste, lo que no es normal es estarlo constantemente o demasiado tiempo. Que estar triste sea normal no quiere decir que no sea jodido, lo es (y mucho), porque impide pensar con claridad y no nos deja ver bien las soluciones a los problemas. La ventaja (que la tiene) es que es un estado psicológico que depende y mucho de las herramientas adquiridas sobre todo en situaciones anteriores para afrontar y manejar la situación. Cuantas más veces pases con éxito situaciones adversas, más herramientas adquieres para frontar las que vienen.



*******


   Sólo quería transmitiros esta información, alguna teórica y objetiva, y otra más subjetiva. Mi experiencia personal me dice que cada vez que estoy triste, no tengo ni que no hacerle caso ni centrarme demasiado. Tú estando triste, te das mucha información de cómo eres, de qué quieres y de qué no quieres. En esta vida todo pasa y los malos momentos también, partiendo de esa base, simplemente déjate llevar y obsérvate. Tú mismo eres tu compañero de viaje, obsérvate, conócete y quiérete. No te hagas daño, no te castigues, eso ya lo hace la vida misma. Sed un buen equipo tu "yo" interior y tu "yo" exterior. Es lo más difícil, pero a la vez, lo más meritorio y reconfortante.

   Muchísimas gracias por vuestro tiempo, sed felices e id por la sombra.





   P.D.: Espero que esto valga a aquellas personas que son afines a mí en cuanto a emotividad, sensibilidad, romanticismo en el sentido etimológico de la palabra. Somos algunos pocos elegidos así, gente que vivimos muy intensamente las emociones tanto para bien, como para mal.






W.F.A.G.T.