sábado, 26 de mayo de 2012

May day



"Como llegué, ya no me acuerdo. 
La boca seca, que más me da
no hay nada de que lamentarse
ni nada que celebrar.



La calle está llena de gente que mira
y no pueden ver ni entender.
Bien, está bien,
algún amigo que se acuerda.



Hay un hueco aquí para los dos
pero a mí no me pongas hoy
hay gente que cree que puede elegir.
Y no pueden ver que eso no es así.



Mañana de domingo.
En mi cabeza 
resuena toda la noche de ayer, 
me quedaré sentado 
en la escalera, 
no tengo nada que hacer.



Fui a visitar a la madre fortuna
y no me dijo lo que no quise saber,
nadie puede comprender a un extraño
y nadie puede sentir como él.
Hay gente que habla de ti y de mí
qué fácil hablar...



Mañana de domingo.
En mi cabeza
resuena toda la noche de ayer,
me quedaré sentado
en la escalera,
no tengo nada que hacer.



Mueves tú o muevo yo,
sales tú o entro yo,
vienes tú o voy yo,
domingo de mayo."






W.F.A.G.T.




Con la letra de la canción de "M Clan": " Domingo de Mayo".




domingo, 20 de mayo de 2012

El silencio

   Escucho el silencio, busco en las sombras y abro la noche. 



   Llega la escritura animal, la escritura mecánica, la orgía intempestiva de palabras sin sentido y sin ritmo, saliendo de esta boca ansiosa y reseca. Una boca huérfana de silencios mal heridos, de aullidos encerrados en el claustro de una mirada demasiado beso, o de una noche demasiado fuego. De un ardor que arde bien dentro, profundo y llanto, y que arrastra el pulso de lo encerrado, de lo inútilmente reprimido, porque en esta vida, y en esta herida, no hay volcán que se calle para siempre. 


   Ni caricias que no muerdan lo que rozan, ni cuerpos que contengan el deseo, cuando surge la piel que derriba los silencios, y los labios -los tuyos- susurran lo indecible, y lo indecible es penetrar en tu silencio, en tu cuerpo, hasta sentir que tiemblas de deseo, y te quiebras, y sabes que ya es muy tarde, y es inútil todo intento de escapar. Porque es un instinto del que siempre fuimos presa.
   
   Es una marca, como es esa herida, que es un anhelo tan fugaz y tan ardiente; una explosión que revienta nuestros cuerpos, y ese ardor que ahora es tan dulce, que ya nada lo contiene y estalla entonces en mil caricias. Son manos y son labios los que se meten bien adentro, donde lo húmedo es el único alimento, y la mordida, y el temblor que sacude nuestros cuerpos.

   Cuerpos que miran a otro lado y se desentienden de la jugada, y nos dejan luego así, esclavos de los espasmos, y de las risas, y de los silencios que en silencio solo observan, el silencio de los cuerpos agotados.








W.F.A.G.T.  

miércoles, 2 de mayo de 2012

9 segundos

"No pienses que puede hacer el equipo por tí, sino tú por el equipo..."


Claras consignas transmitidas minutos antes del comienzo del último partido de la temporada.





   Aquí es donde se empezaba a gestar la épica. En el vestuario 12 hombres. 11 jugadores y su guía para conseguir su pequeño espacio en la historia. Todos sentados cual orquestra esperando el fin de un escrito, unas palabras surgidas de esquinas alimentadas y basadas en historias de acontecimientos deportivos, dando de comer a un grupo de gente hambrienta de una gesta.

   Todo esto que parece una epopeya surgida de una mente fantasiosa, pero tenia su realidad. El Club Bàsquet Oliva tenia ante sus manos la posibilidad de alcanzar su mayor resultado en 26 años, y para más inri, los datos estaban ahí. Cuartos en la clasificación con 12 victorias, jugábamos en El Campello ante el equipo local que iba tercero en la clasificación con 13 victorias (una de ellas ante nosotros). Nuestro objetivo, el tercer puesto, y cómo llegar a él, pues ganando y además de 5 o más puntos, debido a la derrota cosechada en Oliva. Difícil, pero dependía de nosotros.

   El partido fue un auténtico suplicio, siempre a remolque en el primer cuarto, donde un buen "rush" final nos pone a 2, perdiendo el primer cuarto. El segundo cuarto fue algo distinto, saliendo entonados y agresivos, llegando a nuestra máxima renta del partido +7, pero el nerviosismo de vernos con posibilidades de amarrar con nuestras manos las riendas del partido nos pudieron y se desvaneció tan rápido como apareció y finalizar el cuarto con 40-37, fué un suspiro. 

   Solo 3 abajo, pero el ambiente era tenso. Los rostros un poema trágico. Una uña rota cortaría el ambiente solo con deslizarse por el suelo. El descanso nos vino como agua de Mayo adelantada al tiempo; nos alentó y cambiamos la dinámica. Nada como una conjura.

   El tercer cuarto, para ser sinceros, fue tal desastre y feo por parte de ambos, que no merece ningún tipo de  mención. El partido alcanzaba tintes grises, con ligera tonalidad negra, siendo preludio a la batalla del último cuarto.

   Último acto: "El Desgaste". Los quintetos eran inamovibles, los suplentes fueron olvidados por los entrenadores y era claramente un duelo de desgaste, el primero que en sus quintetos flojeara, el rival lo aprovecharía para llevarse el gato al agua, y tanto si lo fué. Rubén Bellón, Antoni Molina, Carles Oltra, Adrian Espino, Francesc Tomás; los escogidos para el último tramo. Y fueron cayendo.

   El partido se convirtió en un "toma y daca", canasta de unos y respuesta de otros, algo que no nos favorecía, pero se sumaba al primer problema: Rubén Bellón fué el primero al que el desgaste fulminó. Todos los ataques estaban basados en la percusión del base número 11 local, y Bellón con su intensidad lo soportó, pero 2 faltas casi consecutivas, dieron señales de su falta de ideas. Aún así, aún torpedearía el partido con un triple antes de ser sentado en el banquillo que nos ponía 1 arriba a falta de 4 minutos. Nicolau Pallarés fué su recambio. 

   El partido entraba en el zénit. Su punto álgido, el "clutch time" baloncestísticamente hablando. Defensas muy buenas, con un tapón de Molina y los rebotes de la furia argentina Espino, nos elevaron en el marcador, y un tiro de 2 nos alzaba a +7 para el final (65-72) ya entrandos los 2 últimos minutos; pero el rival no cedería sin decir su última palabra.

   Un triple descorazonador, una pérdida de balón, una falta y dos tiros libres. Nos bajaron a la tierra. Unos segundos en el baloncesto son mucho tiempo, y estábamos de nuevo solo +2 (70-72) a falta de 20  segundos. Posesión para nosotros y falta recibida a Espino, uno de nuestros jugadores más fiables en la línia de tiros libres.

   9 segundos.

   Confusión y tensión. El drama estaba servido. El jugador número 11 de los locales era expulsado y aprovechando tal caos, quien antes se anticipara a las anticipaciones ganaria. Victor Vidal entraba en pista. Lastimado y diezmado por una lesión esa misma semana, le privó de mucho tiempo en pista, pero lo importante no es quién lo empieza y quién lo juega, es quién lo termina. Pallarés abandonaba la pista.

   El primer tiro entraba (70-73).

   Tomás y Vidal al rebote, Molina abierto, Oltra ante el posible contraataque más defensivo. En el banco, Manel Garcia y Óscar Puig sentados quedándose sin uñas, Sergi Escrivà, Pallarés y yo entrelazábamos los brazos a forma de unión, Bellón aún desgastado, apretaba la botella de agua entre sus manos. Espino lanzaba el segundo.

   ¡Falló!, Tomás centraba todas las fuerzas reboteadoras de los locales y Vidal, voraz, se abalanzaba sobre el balón cruzándose toda la zona. Lo cogió y la soledad lo abordó bajo canasta. Tomás ya estaba ganándose espacio para un posible rebote en ataque, Molina se dejaba caer para el triple, Espino dió un paso y medio hacia atrás para el triple frontal, donde recibió el pase de nuestro pívot. Se alzó.

   Con él fueron muchos los brazos que lanzaron ese tiro, y otros muchos los que lo impidieron. Todos excepto uno. El aro no llegó a repeler el tiro. El lanzamiento se desvanecía rumbo al suelo, donde surgido de la nada apareció el dorsal número 9 de color azul. 

   Él no empujó el tiro de Espino, por lo que aún tenía el último aliento. El Campello intentó blocar ese triple que vino desde Argentina, pero olvidó que en Oliva no bajamos los brazos tan fácilmente.

   Oltra cogió el rebote ofensivo y anotó en un aro pasado la canasta que nos ponía +5 (70-75). VICTORIA.

   Estallamos. Puig y yo, que fuimos los que menos jugamos saltamos y nos golpeamos el pecho en el aire.  Estábamos en éxtasis. Lo conseguimos TODOS.


   Alguna foto hay que inmortalice el momento, pero mejor que eso, es la dulce sensación de decir: -"yo estuve allí".



   *P.D.: Esta victoria se gestó desde el autobús, en ese fondo donde 5 personajes se fundieron para animar a  nuestro "motivador", que se pusiese a escribir algo para motivarnos en este partido. A los júniors, los que vimos ganar en el partido anterior y reforzaron. A los padres de jugadores, hermanos y parejas de éstos, por acompañarnos en esta travesía. 


   Espero poder escribir algo más sobre el C.B. Oliva con el tiempo, y que no sea solo fruto de un día. Gracias a todos. Solo decir que...


   EL SOMNI CONTINÚA...

   



W.F.A.G.T.